Declaración en insano juicio

Siempre fui el testigo de mis propios sentimientos,
Siempre fui el testigo de su extrema desnudez,
de su tragedia
y su comedia,
Conservo las fotos
de algunas sonrisas en la cartera,
y hasta quizás con el tiempo
unas tantas lágrimas
le hicieran un forado a mis bolsillos,
también hubo tiempos muertos,
pero de ellos, hoy no quiero hablar
Siempre fui el testigo de mis propios sentimientos,
y hoy podría hablar quizás de la belleza,
porque al ser testigo uno termina implicándose
al final,
ensuciándose las manos
Siempre fui el testigo de mis propios sentimientos,
pero me declaro culpable,
siempre fui la víctima de su extraña pureza.//