Bajo el encanto de la luna de techo
Florecen y mueren en mi dorso
Con la misma belleza e inmediatez
Dulces lenguas opalinas
Habitúan la razón a sus secretos
A un deseo dolor
que a gatas husmea en los bordes
de la canonización
mi cráneo es un alfanje
por favor den un respiro al perro
al sol y a ella
mientras el cuerpo se descompone
trepó, ardió
debajo era un hoyo negro
como las lágrimas vírgenes
corren, se desvían
nacen
todo en una sola faz o vez
el silencio puede ser una mujer desnuda
o miles de gritos exiliados
en una roja habitación
de sus paredes cuelgan extrañezas
que podrás observar desde la acera del ayer
desde acá
te han de parecer una vulgaridad
por eso espero a una cantante de jazz
una diva
si los niños visten trajes adecuados
por un buen precio
ella apoya sus composiciones
yo caigo, me deslizo ebrio
hasta tu costado, me sentencio
empiezo una cuenta regresiva
hacia la luna
en tierra todavía tus dedos
huyen de la luz
el mar está hecho de sábanas sucias
el clima es un chillido limpio
no tengo conciencia de los labios, de la respiración
volteo mientras violan
uno de mis reflejos
debo creer que estoy enamorado.//
jueves, 27 de abril de 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario